Principios de la
Acción Pro-Vida
Por Revdo. Padre Frank A. Pavone
Director Nacional
Sacerdotes Pro-Vida
El movimiento pro-vida de los Estados Unidos es fuerte y bien organizado; más
aún que en el resto del mundo. Es vasto y complejo, y comprende una gran
variedad de actividades, organizaciones y personas de todas las edades y clases.
Las principales actividades del movimiento incluyen ofrecer alternativas al
aborto, intervenir directamente parta salvar bebés, educar, cabildear, y dar
alivio a las mujeres que han tenido abortos.
Según las estadísticas, por cada 50 horas que una persona dedica a cualquier
actividad pro-vida, se salva una vida.
El movimiento pro-vida puede ser aún más efectivo si cada uno de nosotros
percibe claramente los retos específicos que existen en estos tiempos, y adopta
las soluciones dictadas por dichos retos, no por lo que es cómodo o conocido. Se
puede ayudar a la causa tomando en cuenta las siguientes consideraciones:
1. Hay una necesidad urgente de reclutar personas que participen en las
actividades pro-vida. Todo cuanto hacemos, incluyendo las oraciones, requiere
personas comprometidas para hacerlo. Todos deben reconocer que hay un lugar para
cada cual en el movimiento, y pueden utilizarse las aptitudes de todos.
2. Es necesario adiestrar a las personas que reclutamos. Hay programas de
activismo pro-vida, que ayudan a contrarrestar el gran número de activistas que
se pierden. El adiestramiento proporciona la perspectiva necesaria para trabajar
eficazmente y evitar el desaliento. (Para información sobre los programas de
entrenamiento, llamar a Sacerdotes Pro-Vida, Tel. 321-500-1000 o
888-PFL-3448.)
3. Los partidarios pro-vida requieren planes a largo plazo para hacer que no
se siga dando muerte a los bebés. Este plan no solo debe ser una reacción hacia
las actividades de la parte contraria. Más bien, debe reflejar nuestras metas,
tratando de alcanzarlas en forma deliberada y efectiva.
4. El movimiento requiere más profesionales a tiempo completo que dediquen
sus conocimientos en las distintas ramas al servicio del problema de los
abortos. Hay seminarios sobre medios de levantar fondos para quienes desean
trabajar a tiempo completo en el movimiento, pero carecen de medios económicos
para sostenerse. (Llamar al Centro de Reforma Bioética, Tel. 1-800-959-9775.)
5. Quienes luchan contra el aborto tienen tanto derecho a concentrarse en el
aborto, al igual que AA tiene derecho a concentrarse en los alcohólicos, o la
Sociedad Americana contra el Cáncer concentrarse en el cáncer. Aunque todos
debemos tener interés en cualquier ataque a la vida humana, los grupos pro-vida
no deben pensar que están obligados a atender todos los males que existen bajo
el sol. Este sería un desperdicio de energías imprudente, impráctico e injusto,
hasta el punto de no poder lograr mucho en ningún aspecto. Tenemos que insistir
en que termine el aborto, sin dar disculpas por nuestra insistencia.
6. Es esencial comprender que más y más personas que apoyan el aborto admiten
que realmente se está matando una criatura, pero dicen, ¿Y qué más da? Aún así
debe ser a opción de la mujer. Aquí tenemos un problema llamado "relativismo".
Hay quienes creen que pueden decidir cuál es el bien y cuál es el mal. Creen que
el valor de una persona depende del valor que ellos quieran darle a esa persona.
Por lo tanto, para responder a esto el movimiento pro-vida no sólo tiene que
educar a las personas en cuanto a la naturaleza del bebé y del aborto, sino
también sobre la naturaleza de la moralidad en sí. Tenemos que demostrar lo
peligroso y absurdo que es el relativismo.
7. El aborto es malo para todos , no sólo para los Cristianos. Los
partidarios pro-vida deben tener la oportunidad de presentar su mensaje tanto en
términos religiosos como seglares, con argumentos tomados de fuentes reconocidas
por personas sin religión. De otro modo, queda la puerta abierta para que la
parte contraria coloque la posición pro-vida en una categoría exclusivamente "de
creencia religiosa" para luego considerarse ajenos a ella basándose en la
"libertad de religión". El hecho es que en cuanto a "libertad de religión" el
aborto es tan intolerable como el robo.
8. Al inspirar al público hacia una firme posición pro-vida, no es suficiente
lograr que "sean pro-vida" es decir, que reconozcan su oposición al aborto. Hay
que llevarlos al punto que estén dispuestos a persuadir a otros que no obtengan
abortos. De hecho, ya la mayoría de los americanos se openen a gran parte de los
abortos. Pero, siguen los abortos porque demasiadas personas no quieren "imponer
su moralidad" sobre los demás. Esta no es una simple cuestión de moralidad, sino
de justicia. La justicia exige no solo que pensemos como es debido, sino que
¡tomemos las medidas necesarias para proteger a la víctima.!
9. El aborto es un fenómeno local. Aunque debemos continuar nuestras
gestiones con el gobierno, los abortos no se realizan en los salones del
Congreso. Ocurren al doblar de la esquina. Tenemos que asegurarnos que al
dirigir nuestra atención a Washington no estamos olvidando nuestras comunidades
locales. Los partidarios pro-vida tienen que dar respuesta local al aborto
identificando donde ocurren las muertes, y quién las lleva a cabo, protestando
en las fábricas de abortos locales y ofreciendo ayuda local concreta a las
mujeres que la necesiten. El problema no es tanto quién ocupa la Casa Blanca,
sino más bien que ¡nosotros estemos ocupando nuestras casas!
10. Los abortos se basan en una doble mentira:
a) el "feto" no es un ser humano igual a nosotros, y
b) el aborto ayuda a las mujeres.
Siempre tratando de contrarrestar la primera mentira, tenemos que llamar la
atención a la segunda. El aborto le hace daño a las mujeres, físicamente al
igual que psicológicamente, y hoy más que nunca hay evidencia de esto. Tenemos
que propagar esta verdad. Muchas mujeres endurecen su corazón contra la
criatura, pero sin dejar de preocuparse por su propio bienestar.
Al demostrar que ser pro-vida significa ser pro-mujer, contrarrestamos los
esfuerzos de quienes son pro-abortos y quieren aparecer como defensores de los
"derechos de las mujeres". El verdadero interés en la mujer se demuestra con la
posición pro-vida.
El mensaje pro-vida no es "ama a la criatura y olvídate de la mujer." Ni
tampoco puede creerse el mensaje pro-aborto de "ama a la mujer matando a la
criatura." La única posición razonable, que es la que mantiene el auténtico
movimiento pro-vida, es: "¿Por que no los amamos a los dos?"
Revdo. Padre Frank A. Pavone
Director Nacional
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