¿Podemos parar la matanza legal de bebés?

¿Podemos parar la matanza legal de bebés?

 
P. Victor Salomón
Director Internacional de Apostolado Hispano, Sacerdotes por la Vida
Document Publication: The Americano


September 19, 2011




La respuesta es SI.  Siempre y cuando los bautizados ejerzamos
nuestro rol profético como bautizados.


Todos los cristianos  fuimos consagrados como profetas en nuestro
bautismo.  De esta manera todos los bautizados
estamos llamados a denunciar el mal y anunciar el bien y la Verdad que es la
persona de Jesús y sus enseñanzas. 
Recordemos lo que escribió el Beato Juan Pablo II en el documento
dedicado a los Fieles laicos en la Iglesia:


“La participación en el oficio profético de Cristo, «que
proclamó el Reino del Padre con el testimonio de la vida y con el poder de la
palabra», habilita y compromete a los fieles laicos a acoger con fe el
Evangelio y a anunciarlo con la palabra y con las obras, sin vacilar en
denunciar el mal con valentía.”(n.14)


Es bueno recordar que
de ordinario todos aquellos que ejercen con valentía su rol profético serán
perseguidos, algunos llegando al extremo de derramar su sangre por ser testigos
de la verdad, lo que podríamos caracterizar como un martirio cruento; o un
martirio incruento, derramando nuestra sangre gota a gota, un día a la vez, al mantenernos
fieles a este llamado a ser profetas en nuestro tiempo.


Mis queridos lectores,
a nadie le es permitido permanecer indiferentes 
y no denunciar con valentía la peor de las perversiones practicada en
nuestra sociedad y, digámoslo sin eufemismos: es la matanza protegida por la
ley de los bebés no nacidos.  No ha
habido guerra, enfermedad, desastre natural o epidemia que haya matado a más
seres humanos que el aborto.


Los estudios muestran
con claridad que, en el caso de los Estados Unidos, la mayoría de estos
“mataderos legales de bebés” están ubicados en centros poblados por las
minorías pobres de esta nación, entre las cuales estamos los hispanos.


¿Existe salida?  Por supuesto que sí.  Y la salida está en la participación política
de los cristianos especialmente en las elecciones. 


¿Puede la elección
presidencial significar un cambio en el panorama respecto al aborto en los
Estados Unidos?


La respuesta es
rotundamente afirmativa.  Les argumento
con claridad mi respuesta. 


1.  Cuando usted elige un presidente pro vida,
entonces ese presidente elegirá miembros de la corte suprema de justicia que
sigan dando pasos adelante hacia la protección legal de los bebés no nacidos;  


2. Con la elección
del presidente ustedes eligen también a los funcionarios públicos que el
presidente selecciona para ayudarle a implementar las políticas en la cuales
cree, que en el caso de los Estados Unidos estamos hablando de unos 7000 funcionarios.  Entonces si usted elige un presente pro vida,
elige de ordinario a otros 7000 funcionarios que seguirán normalmente la línea
presidencial a nivel de principios; 


3.  Puede que algunos de ustedes no lo sepan,
pero el presidente estadounidense no solamente elige los miembros de la Corta
Suprema de Justicia, sino también un promedio de 175  jueces a nivel federal en sus 4 años de
gobierno, todos ellos servidores vitalicios en esta gran nación.  Estos jueces
federales van creando una cultura legal con las decisiones que van realizando a
nivel de sus jurisdicciones locales.


4.  El presidente de los Estados Unidos es un
ejemplo para las demás naciones en los diversos temas que comprometen el bien
común.  El presidente es un modelo como
promotor de la cultura de la muerte o de la vida, según usted deposite su voto.


Y si alguno aún duda que
su voto pueda contar contemplemos por un momento estos datos.


a.     
En
1923, Hitler fue elegido como líder del partido Nazi en el parlamento por un
voto.


b.     
En
1976 la elección presidencial en los Estados Unidos se decidió por unos pocos
votos de un solo estado.


c.      
En
el año 2000, también fueron unos cuantos cientos de votos los que decidieron la
presidencia de la República.


 

Concluyamos nuestra
columna con las palabras proféticas del Episcopado Estadounidense  en el documento Viviendo el Evangelio de la
Vida:


“Las autoridades públicas que tenemos son las que nos
merecemos. Su virtud - o falta de ella- es un juicio no sólo sobre ellos, sino
sobre nosotros. Por eso, urgimos a nuestros hermanos ciudadanos que vayan más
allá de la política partidista, que analicen las promesas de las campañas con
un ojo crítico y que escojan sus dirigentes políticos según sus principios, no
según su afiliación política o el interés propio”
 (n.
34).