El regalo del Papa al Presidente y a nosotros

 
Fr. Frank Pavone
National Director, Priests for Life
July 13, 2009



Durante la audiencia del Papa Benedicto con el Presidente Obama, el Papa le hizo dos regalos al Presidente: la nueva encíclica, Caritas in Veritate, y un documento reciente sobre bioética, Dignitas Personae. Aparentemente éste último regalo fue añadido a último momento. Cuando se retiraba de la audiencia, el Presidente le dijo al Papa: “Voy a tener que leer en el avión.” 


Fue una ocasión perfecta, porque estos dos nuevos documentos tienen mucho que enseñarle a este gobierno y a la cultura en general, tanto dentro como fuera de la Iglesia. 


La nueva encíclica se agrega al rico cuerpo de doctrina social de la Iglesia. La doctrina social es parte integral de la doctrina de la Iglesia como lo son las enseñanzas sobre la Trinidad y los sacramentos. Uno de los puntos clave de la nueva encíclica es que una comprensión adecuada del verdadero desarrollo humano y social sólo es posible a la luz de la Revelación que se ofrece en Cristo. 


Otro punto clave es éste: no puede promoverse la justicia social si no se protege el derecho a la vida. Ese es precisamente el error más común de los políticos y partidos pro-aborto. Declaman con gran alharaca su apoyo a los derechos humanos, el desarrollo humano y la justicia social, pero piensan que el aborto se encuadra en esas categorías.  


El Papa afirma nuevamente que exactamente lo opuesto es verdad. He aquí dos citas clave:


“La Iglesia propone con fuerza esta relación entre ética de la vida y ética social, consciente de que «no puede tener bases sólidas, una sociedad que —mientras afirma valores como la dignidad de la persona, la justicia y la paz— se contradice radicalmente aceptando y tolerando las más variadas formas de menosprecio y violación de la vida humana, sobre todo si es débil y marginada»” (15)


“La apertura a la vida está en el centro del verdadero desarrollo. Cuando una sociedad se encamina hacia la negación y la supresión de la vida, acaba por no encontrar la motivación y la energía necesaria para esforzarse en el servicio del verdadero bien del hombre. Si se pierde la sensibilidad personal y social para acoger una nueva vida, también se marchitan otras formas de acogida provechosas para la vida social.” (28) 


El Papa Benedicto se refiere explícitamente en esta nueva encíclica no sólo a las “encíclicas sociales”, sino también a las “encíclicas sobre la vida”, Humanae Vitae y Evangelium Vitae, tratando de eliminar la brecha innecesaria que existe entre la conciencia social y la conciencia de los derechos del niño por nacer. 


Y afirma que esos derechos no proceden del gobierno y son no negociables: 


“Si los derechos del hombre se fundamentan sólo en las deliberaciones de una asamblea de ciudadanos, pueden ser cambiados en cualquier momento y, consiguientemente, se relaja en la conciencia común el deber de respetarlos y tratar de conseguirlos. Los gobiernos y los organismos internacionales pueden olvidar entonces la objetividad y la cualidad de «no disponibles» de los derechos. Cuando esto sucede, se pone en peligro el verdadero desarrollo de los pueblos.” (43)


Espero que el Presidente haya hecho sus lecturas en el avión. Asegurémonos de hacer las nuestras también.


Para encontrar los textos de todos los documentos de la Iglesia sobre la vida, visite www.priestsforlife.org.


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