Si está cansado de cómo los medios seculares y la industria del entretenimiento siempre inclinan todo lo que tiene que ver con el aborto en una dirección pro-aborto... hubo un episodio de "Ley y orden" que se emitió en otoño y que deleitó a los pro-vida. y molestos a favor del aborto.
Verá un episodio de “La ley y el orden” (Law and Order) que se emitió en otoño y que fascinó a las personas pro-vida pero hizo que se enojaran quienes promueven el aborto.
El episodio estaba basado en el asesinato del abortero George Tiller. Pero contrariamente a muchos noticieros que a partir de allí presentan al asesino simplemente como un “fanático pro-vida” y a la misma posición pro-vida como un fanatismo que lleva a la violencia, el episodio de “La ley y el orden” introdujo un poco de equilibrio en el debate.
En primer lugar, en el episodio, se le permite al asesino esgrimir una defensa basada en la intención de salvar una vida. Ahora bien, los que son pro-vida justamente proclaman que los niños por nacer son vidas reales y también saben que este hecho no justicia matar a un abortero. Sin embargo, la corte ficticia de este episodio permitió más de lo que las cortes reales normalmente permiten cuando se trata del debate sobre el aborto.
A medida que el drama en la corte se desarrolla, podemos ver un reflejo de la ambivalencia del pueblo americano cuando se le presenta la realidad del aborto. Más aún vemos un reflejo del extremismo del aborto mismo y del movimiento que lo apoya.
Por ejemplo, un abortero testifica que estar comprometido con la práctica de abortos sin importar lo que eventualmente pudiera decir la ley. Eso lleva al fiscal a comentar privadamente que hay extremismo en ambos lados de la cuestión. Ello refleja la creciente toma de conciencia de las atrocidades dentro de la industria del aborto, en la medida que cada vez más aborteros son arrestados por distintos tipos de mala praxis y abuso.
En otra escena conmovedora, se ofrece testimonio de un aborto frustrado, después del cual el niño es asesinado fuera del vientre. Esto refleja lo que los aborteros llaman “la complicación temida” un niño que nace con vida. Lo que ocurre frecuentemente en los abortuarios y los hospitales es precisamente que el niño es asesinado fuera del vientre. El jurado obviamente está contrariado por la revelación y la descripción de lo que pasó. Incluso el fiscal declara: “cada vida es especial y única y posee derechos inalienables.”
Más reveladoras son algunas de las conversaciones privadas entre el fiscal de distrito y sus asistentes. “Yo crecí pensando que Roe vs. Wade era el evangelio,” dice una mujer, pero ahora “no se donde termina mi privacidad y comienza la dignidad de otro.” “Ha cambiado la marea,” dice otro, describiendo como su hija era pro-elección hasta que vio un ultrasonido. En otra conversación se afirma que “Roe es ciencia caduca… se protege a los discapacitados, se pueden corregir los defectos.” A un personaje le dicen: “sustituya esclavitud por aborto” y diga si los argumentos tienen sentido.
Y en un momento dado, el fiscal de distrito declara que uno debería esperar más coherencia, que más personas pro-vida se opusieran a la pena de muerte y más defensores de los derechos humanos afirmaran derechos de los niños por nacer.
No les voy a decir como acaba el episodio, porque quisiera que lo miren. Y cuando lo hagan, siéntanse alentados.