Activista por mucho tiempo Randall Terry está postulándose para Presidente. Se postula como Demócrata contra el Presidente Obama en las primarias.
No, él no espera ganar las primarias, pero tampoco es ese el motivo para postularse. A pesar de lo que uno piense de este hombre o de su historia, lo que está haciendo en estas elecciones merece más atención por parte de cada persona pro-vida lo suficientemente humilde como para analizar que hay algo que aprender de los demás.
Muchas organizaciones –incluyendo la mía—han producido anuncios pro-vida para la televisión y han tenido cierto éxito al presentarlos. Surgen dos grandes asuntos. Uno, por supuesto, es el dinero. El otro es la censura. Muchas veces tanto a nosotros como a otras personas se nos ha dicho por canales televisivos (por escrito y por la radio, para el caso) que, aunque cuando tengamos el dinero para comprar el tiempo del anuncio, ellos no quieren sacar al aire algo contra el aborto, porque sería muy molesto y controversial para las audiencias.
A mí se me ha dicho esto con relación a anuncios que no muestran nada gráfico, sino que simplemente hablan del aborto, y en algunos casos, muestran a un precioso niño vivo.
Pero hay una forma de sobrepasar la censura: postularse para una carrera política, y crear anuncios bajo los auspicios de tu campaña electoral. Randall Terry es actualmente un candidato federal. Por virtud del hecho, él tiene la ley de su lado, permitiéndole presentar anuncios que son tanto controversiales como gráficos. La Comisión Federal de Comunicaciones exige a estaciones que ellos han autorizado emitir anuncios de candidatos federales dentro de los 45 días de las elecciones primarias de un estado o asamblea. Él está listo para emitir anuncios en 17 estados y en 40 mercados incluyendo Minneapolis, St. Louis, Denver, Cincinnati, Cleveland, Honolulu y Salt Lake City.
Y no se trata solamente de Randall Terry. Hay cuatro candidatos de la Casa de Representantes quienes están usando el mismo enfoque: Missy Smith, Angela Michael, David Lewis, y Gary Boisclair. Ellos están utilizando leyes relacionadas con las elecciones para comunicar un mensaje a un gran segmento del público, un mensaje que bajo casi todas las otras circunstancias sería censurado sin remedio.
Los anuncios le muestran al público americano cómo se ve un niño abortado. Como siempre he dicho, América no va a rechazar el aborto hasta que América vea de qué se trata. Lo que tienen los pro-vida en mente cuando dicen la palabra “aborto” tiene muy poca o ninguna semejanza con lo que muchos tienen en mente cuando escuchan esa palabra. Nosotros sabemos que el aborto es desmembrar a un niño vivo; otros no piensan en nada más que en “libertad, elección, derechos de las mujeres” – importantes ideas y realidades, verdaderamente, pero que no hacen nada para ayudar a uno a entender lo que en realidad es el aborto. Y si las personas debatiendo el aborto no pueden ni siquiera ponerse de acuerdo en qué es el aborto, mucho menos si es correcto, entonces el debate no puede ni siquiera comenzar.
Una vez más, no se trata ni de Randall Terry, ni de darle apoyo. Se trata, más bien, de animar a que más personas pro-vida se postulen para puestos oficiales, y usen la ley a su favor para exponer la realidad del aborto.