Lugar: Más de 100 ciudades en todos los Estados Unidos frente a los edificios del poder federal. Para información detallada http://standupforreligiousfreedom.com/
Fecha y hora: 23 de marzo a las 12 del medio día.
Razón de la convocatoria: Protesta en rechazo al mandato HHS de la administración Obama, por violar la libertad religiosa y de conciencia. Según el mandato a partir del 1 de agosto de este año se obligará a los empleados a pagar en sus primas la esterilización, los contraceptivos y algunas drogas con efectos abortivos.
En el último documento publicado por la Conferencia Episcopal Estadounidense titulado “Unidos por la libertad religiosa” y fechado el 14 de marzo, se resaltan 3 puntos de crítica sobre el mandato Obama. A continuación mi comentario sobre los tres puntos. Cf. (Fuente en inglés http://www.priestsforlife.org/articles/4125-united-for-religious-freedom)
1. El concepto de empleado religioso que podría disfrutar de alguna excepción en el mandato HHS es extremadamente limitado, porque solamente incluye a plataformas de servicio que atiendan a personas que comparten su misma religión. El gobierno, pues, se ha atribuido el papel de definir la religión y la manera de ejercerla. Esto es un atentado en contra de los servicios religiosos que ofrecemos desde las plataformas educativas, de salud, y de caridad en general en la cual estamos abiertos a servir a todos los seres humanos sin importar su raza o credo religioso, de manera especial el servicio hacia los pobres y despreciados por la sociedad. Según el concepto de reduccionista de libertad de religión, se trataría, pues, solamente de libertad para orar y alabar a Dios en la Iglesia, a puerta cerrada, sin poder ejercer nuestra religión en el servicio al prójimo. Esta diferencia debe ser rechazada con firmeza porque implica la creación de un grupo de personas consideradas como “de segunda clase”.
2. El mandato actúa en contra de las enseñanzas de nuestra doctrina evangélica. Se trata pues, no solamente del gobierno queriendo intervenir en la forma que la Iglesia gestiona sus servicios religiosos, sino que, además, se le suma la injusticia de pretender que las personas violen sus conciencias pagando por “servicios de salud” que van directamente en contra de las enseñanzas que durante décadas el episcopado estadounidense ha luchado por preservar.
3. Violación de los derechos civiles. El mandato crearía una tercera clase de personas que sin estar directamente relacionado con las plataformas eclesiales, desean vivir su fe sin que se les viole su libertad religiosa y de conciencia; el mandato HHS no hace distinción entre los empleadores que contratan estos seguros, o los empleados que pagan las primas o las aseguradoras mismas, sin la más remota posibilidad de una excepción a la aplicación del mandato. El documento termina renovando un llamado a la oración y la penitencia para que nuestros hermanos del gobierno reconsideren la aplicación de esta ley injusta, y dejando la puerta abierta al diálogo.
Esta es una protesta por el respeto a la libertad, uno de los valores fundantes de esta gran nación. Esa libertad por la cual soldados derramaron su sangre en la guerra de independencia y aún siguen derramándola para preservar este derecho, no solamente con un sentido nacionalista sino planetario, ayudando a preservar el bien común internacional.
Hoy todos los que vivimos en esta nación nos ponemos de pie para que se sepa que defenderemos el legado de los padres de esta nación. Honramos la luz de la antorcha de la Verdad y el Bien, que fundan la auténtica libertad. Protestamos para que esta luz siga encendida para el pueblo estadounidense, y para que siga siendo ese faro de libertad para la humanidad entera.
Un llamado muy especial hago a todos mis hermanos hispanos que vivimos en esta nación. Nuestra presencia tiene que sentirse este 23 de marzo y de manera especial en las urnas electorales en el mes de noviembre.
¡De pie y unidos en defensa de la Libertad religiosa!