Un Aniversario Especial

 
Fr. Frank Pavone
National Director of Priests for Life
February 14, 2005


El 25 de marzo se cumple el décimo aniversario de la encíclica del papa Juan Pablo II Evangelio de la Vida (Evangelium Vitae). No se trata de un documento más. Es literalmente una celebración. Celebra a Cristo, que es personalmente el Evangelio y la Vida. Celebra la humanidad, el amor y la libertad verdadera.


La Iglesia sabe como celebrar, el mundo se ha olvidado. La Iglesia sabe recibir y dar vida y amor. De hecho, el verdadero significado de la vida es dar y recibir amor. (ver # 81) Pero el mundo está demasiado preocupado por la utilidad, la eficiencia y la productividad (# 22). El mundo está muy ocupado huyendo despavoridamente del sufrimiento y la muerte. (# 64, # 66-67) Huye de ellos porque ha olvidado su significado. Los ve solamente como cosas que deben evitarse y controlarse. Irónicamente ese olvido sumerge al mundo más y más en aquello de lo que quiere escapar. Y en medio de su esclavitud de la muerte, el mundo declama libertad, temiendo ser esclavizado por aquel que trae la verdadera libertad: Cristo.


El mundo necesita "la Buena Noticia", eso significa "Evangelium." Este documento comienza diciendo: "El Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús. Acogido con amor cada día por la Iglesia, es anunciado con intrépida fidelidad como buena noticia a los hombres de todas las épocas y culturas." (#1)


La vida es dichosa, luego debe ser proclamada (# 80-82), celebrada (# 83-86) y servida. (# 87-89) El mensaje de la vida no es optativo, o agregado al Evangelio, sino que está en el corazón del Evangelio. El Evangelio de la Vida es simplemente el Evangelio de Cristo, porque El es la Vida. (ver # 29) La Iglesia es inexorablemente pro-vida (# 28) precisamente porque es femenina. La Iglesia es la Esposa de Cristo y Madre de los creyentes, y de hecho, de toda la humanidad. (# 3)


Hoy en día, la tierra está cubierta con sangre inocente, que clama desde el suelo hacia el Dios que la hizo. (ver # 7-9, Gen. 4:2-16) Pero gracias a Dios, hay otra Sangre que clama al cielo más elocuentemente. (ver # 25, Heb.12:22-24) El clamor de la sangre de Cristo dispensa misericordia a aquellos que han derramado la sangre de sus hermanos. La Sangre derramada de Cristo enseña el significado del amor, que consiste en sacrificarse por el bien de la otra persona. Reversa la dinámica de la cultura de la muerte que sacrifica a la otra persona por el bien propio. La Sangre de Cristo, una gota de la cual podría purificar mil millones de mundos, nos da la fuerza para llevar adelante la "gran campaña en nombre de la vida" que la encíclica reclama. (# 95) El mismo movimiento pro-vida es un signo de esperanza y de victoria. (# 26) La encíclica contempla aquel día en que "no habrá ya muerte." (Ap. 21:4, ver #105) Ese tiempo viene llegando, y esa promesa es, en resumidas cuentas, el Evangelio de la Vida.


Priests for Life
PO Box 236695 • Cocoa, FL 32923
Tel. 321-500-1000, Toll Free 888-735-3448 • Email: mail@priestsforlife.org