En 1973 la Corte Suprema decidió el fallo sobre el aborto Roe vs. Wade por un margen de 7 a 2, legalizando el aborto durante todo el embarazo. Uno de los disidentes en esa decisión fue el actual presidente de la Corte Suprema, William Rehnquist, que ha sido miembro de la Corte Suprema desde 1971 y presidente desde 1986.
Su disenso en Roe vs. Wade tienemenos de 1500 palabras y señala varios de los muchos errores y deficiencias de lo que es, sin ninguna duda, la decisión más dañina que jamás haya producido la Corte. El magistrado Rehnquist objetó tanto las conclusiones de la mayoría como los métodos utilizados para llegar a esas conclusiones.
Adujo que el llamado "derecho al aborto" no es lo que la mayoría pretende. La Corte se equivoca al encontrar un fundamento de este derecho en la 14a. enmienda de la constitución por la sencilla razón, como él lo explica, que por lo menos 36 leyes sancionadas por legislaturas estatales o territoriales estaban vigentes en el momento que se adoptó la 14a enmienda en 1868. Más aún, 21 de estas leyes todavía estaban vigentes cuando se decidió Roe vs. Wade. Entonces, ¿cómo es posible que fueran opuestas a la 14a enmienda? En palabras del ministro Rehnquist, "para llegar a ese resultado la Corte necesariamente ha tenido que encontrar dentro del marco de la decimocuarta enmienda un derecho que era completamente desconocido por los redactores de la enmienda."
La voluntad de los estados de proteger a los niños por nacer desde un siglo antes de Roe y la intensidad misma del debate sobre el aborto, eran señales claras para el ministro Rehnquist en 1973 que la existencia del derecho al aborto no era tan evidente como lo sugería el apelante y como ciertamente pretendían muchos grupos de interés.
En su disenso, el juez Rehnquist menciona varias veces que la Corte se atribuye un tipo de análisis y juicio que debe reservarse a las legislaturas. Poder discernir la diferencia es una habilidad crítica para cualquiera que esté en las cortes federales. Si el pueblo ha de auto-gobernarse entonces debe permitirse que el proceso legislativo funcione a través de las legislaturas, sin que se violente por decisiones judiciales estableciendo políticas que no consideran la opinión del pueblo y sus representantes electos. El hecho que el juez Rehnquist no tuviera miedo en criticar a la corte de Roe en este punto es una razón adicional por la que su disenso es una valiosa herramienta de enseñanza en muchos contextos.
El disenso del magistrado Rehnquist plantea una pregunta sobre las actuales audiencias de confirmación de jueces federales y eventualmente para ministros de la Corte Suprema. Los nominados que se oponen a Roe vs. Wade son criticados rutinariamente con saña por esa posición. Pero si el presidente de la Corte Suprema durante los últimos 19 años ha sido un disidente de Roe vs. Wade, ¿por qué no puede serlo un nuevo juez federal? Es una posición respetable, no sólo por motivos morales y religiosos, sino también legales y constitucionales. Gracias, juez Rehnquist, por tomar y mantener esa posición.
¡Larga vida a los disidentes!
El texto completo del fallo Roe vs. Wade incluyendo el disenso del ministro Rehnquist, puede encontrarse en www.priestsforlife.org/government/supremecourt/7301roevwade.htm