¡Feliz octubre! ¡Y qué tremendo mes va a ser! Hay varias celebraciones y eventos de gran alcance durante este mes cuyos temas se refuerzan mutuamente al igual que la misión total de la Iglesia en favor de la vida humana.
En primer lugar, es el Mes del Respeto a la Vida. Es un tiempo para que los púlpitos rujan con el testimonio bíblico de la Iglesia sobre la santidad de la vida.
Y lo apropiado del rugido es acentuado este mes con el Sínodo de los Obispos de todo el mundo, que comienza el 7 de octubre y el Año de la Fe, que comienza el 11 de octubre, 50 aniversario de la apertura del Concilio Vaticano II.
El Sínodo de los Obispos tratará la "Nueva Evangelización", la proclamación de la fe con nuevo vigor y nuevos métodos. El Año de la Fe está siendo observado con el propósito de abrazar de nuevo nuestra fe en Cristo. Y todo esto es, por supuesto, el por qué las iglesias existen, por qué la libertad religiosa es importante, y por qué los predicadores predican.
Además, el mensaje pro-vida no es algo que "añadimos" a nuestra fe como un pasatiempo o una actividad extra-curricular. Está en el corazón y en la base de nuestra fe. Como puse en la nota que presenté ante el Vaticano en nombre de Sacerdotes por la Vida en preparación al Sínodo de Obispos de este año,
"El Evangelio de Cristo es el Evangelio de la Vida. Las buena nueva de la redención de la persona humana en Cristo es una noticia sobre cómo nuestra naturaleza humana se une a la naturaleza divina. El Evangelio es precisamente sobre la exaltación de la dignidad humana en Cristo. Al proclamar la esperanza que Cristo ofrece a la humanidad, de que nos va a sentarse con él en su trono (Apocalipsis 3:21), la Iglesia no puede ignorar el fenómeno mediante el cual esa misma humanidad es tirada a la basura. Si la Iglesia hiciera eso, su propia proclamación del Evangelio se vería comprometida y sería poco convincente.
"Cuando una sociedad se olvida del Creador, la criatura se vuelve ininteligible. La cultura de la muerte es precisamente una señal de que se necesita una nueva evangelización. La Nueva evangelización incluye, en su esencia, la proclamación de la santidad de la vida".
Nosotros proclamamos el mensaje, aun más, en estas semanas que conducen a la elección más importante de nuestras vidas, una elección que decidirá el destino de innumerables niños no nacidos y el estado de la libertad religiosa en América.
Por haber tanto en juego, este año cientos de párrocos participarán en el "Domingo de la Libertad de Púlpito", en el que van a predicar sermones en los que se aplican las normas bíblicas a los candidatos políticos, y se enviarán esos sermones al IRS para desafiarlos a aclarar las restricciones a las Iglesias contra el discurso político. Esto ha ocurrido por varios años. De hecho, podemos hacer mucho más de lo que pensamos que podemos hacer, pero no es una mala idea el desafiar las restricciones en la corte.
Así que, ¡bienvenido, octubre! ¡A l comenzar el otoño, traigamos una primavera a nuestra fe, a nuestro celo pro-vida, y a nuestra ciudadanía informada, responsable!