Al comenzar el año 2006, llega la hora de calentar los motores para una nueva elección y concentrarnos para elegir líderes que provean la mayor protección posible a la vida humana inocente. En las últimas elecciones generales, los votantes han aumentado las mayorías pro-vida tanto a nivel de gobierno estatal como federal. Cada año son más los votantes que afirman que el holocausto del aborto ha influido en su voto, e incluso muchos candidatos pro-aborto que aún no están listos para convertirse en pro-vida se van dando cuenta que estar a favor del aborto no gana elecciones.
Tenemos ímpetu y no hay nada que la otra parte pueda hacer para eliminar el estigma del aborto. Por lo tanto, no hay ningún motivo para que nos detengamos. Este es el tiempo del activismo. La razón es la misma de siempre, aquellos que desean que haya más asesinatos de bebés no deben recibir el poder para hacerlo.
Observen que formulo la frase en forma negativa. A menudo en las elecciones no se trata de hacer que una persona satisfactoria acceda a un cargo público, sino más bien de evitar que una persona peor llegue al poder. Las elecciones son ejercicios de poder y como tales se ocupan de las categorías “malo, peor, bueno, mejor” en vez de “malo, perfecto.” Si vamos a las elecciones esperando encontrar candidatos perfectos, constantemente quedaremos defraudados. Pero si vamos a las elecciones decididos a mejorar las cosas lo más posible, reconociendo los límites de lo que esto significa pero también reconociendo su importancia, estaremos energizados.
Algunas personas pueden preguntarse que es lo que han hecho los candidatos pro-vida que eligieron, o pueden sentir que no han hecho lo suficiente. Se han hecho importantes progresos, pero hace falta mucho más, y siempre debemos mantener la presión sobre aquellos que hemos elegido. Pero si Ud. previene que alguien se caiga de un precipicio, ya ha logrado algo bastante significativo. Ese es el primero y quizás el éxito más importante que debemos tener en mente. En las últimas dos elecciones, si las fuerzas pro-aborto hubieran podido elegir a la gente que querían, la causa del aborto estaría en una posición mucho más fuerte que ahora. Gran parte del éxito de las elecciones está en lo que prevenimos.
Ha habido avances positivos, incluyendo el hecho que la Corte Suprema volverá a cambiar este mes y se desplazará en dirección pro-vida. Hubiéramos podido tener una situación este mes en que hubiera dos magistrados de la Corte Suprema, designados de por vida, comprometidos a favor del aborto. Evitamos caer por ese precipicio.
En cuanto a lo que alcanzamos, el trabajo es siempre nuestro. No es fácil encontrar activistas pro-vida que se presenten como candidatos. Pero por lo menos tenemos que encontrar gente que no sea un obstáculo para el trabajo que nosotros tenemos que hacer. La política no es nuestra salvación; nosotros, el pueblo, somos responsables de acabar con el aborto. Pero esa responsabilidad incluye quitarles poder a los que quitan derechos humanos. En el 2006, mantengamos a los promotores del aborto fuera de los cargos públicos, y ¡comencemos ahora!