El representante Chris Smith (R-NJ) y el senador Sam Brownback (R-KS) han presentado un proyecto de ley en el Congreso que requeriría que un abortero presente a cada mujer que solicite un aborto después de la vigésima semana documentación que muestre la capacidad del niño por nacer de sentir dolor. Después de recibir esta información, la mujer debe aceptar o rechazar que le administren drogas que disminuyan el dolor del niño por nacer. El proyecto contiene otros "hallazgos" del congreso con relación a la evidencia científica que muestra el gran dolor que experimentan los niños por nacer durante un aborto a las 20 semanas (y quizás antes), y cita una cantidad de leyes federales vigentes, como por ejemplo restricciones sobre la forma en que puede faenarse el ganado, que intentan disminuir el sufrimiento de animales.
No hay nada en la ley que niegue que los niños por nacer puedan experimentar dolor con anterioridad a las 20 semanas posteriores a la fertilización, pero un importante segmento de la comunidad médica y científica está de acuerdo en fijar la vigésima semana como punto de referencia para el dolor.
Curiosamente, el principal grupo pro-aborto "NARAL Pro-Choice America" dijo lo siguiente a través de su presidenta Nancy Keenan: "Los estadounidenses pro-aborto (pro-choice) siempre han creído que las mujeres merecen tener acceso a toda la información relevante para sus decisiones de salud reproductiva. Para algunas mujeres, esto incluye información sobre las opciones de anestesia fetal. NARAL Pro-Choice America no va a oponerse a este proyecto de ley."
Bien pensado. Después de todo, ¿Hay algo que pudiera parecer tan desalmado como oponerse a legislación que intenta prevenir el dolor de los niños? Y ¿qué podría hacer más daño a la causa del aborto que crear un gran revuelo sobre el dolor de los niños durante el aborto? Es una de esas proposiciones donde los partidarios del aborto no tienen nada que ganar y mucho que perder. No importa lo que digan, el solo hecho de mencionar esta cuestión afecta negativamente la reputación del aborto.
Quizás sea por ello que los mismos aborteros no se permiten pensar en esto. Sino observen el siguiente intercambio que tuvo lugar en una Corte de Distrito del Distrito Sur de Nueva Cork entre el juez Richard Casey y el abortero Timothy Johnson. (Johnson testificaba en la causa caratulada National Abortion Federation y otros contra Ashcroft, con relación al aborto de parto parcial. Era el 31 de marzo de 2004).
Juez: Si ya han terminado todos, permítame que le haga un par de preguntas, Dr. Johnson. Hoy le oí hablar mucho del procedimiento de desmembramiento D&E en el segundo trimestre. ¿Siente dolor el feto?
Testigo: Yo pienso, yo…
Juez: Me dicen que hay estudios que dicen que sí. ¿Es correcto?
…
Testigo: Tengo conocimiento de estudios de comportamiento fetal que se han ocupado de las respuestas fetales a estímulos nocivos.
Juez: ¿Alguna vez le pasó por su mente cuando estaba haciendo un desmembramiento?
Testigo: Creo, cada vez que yo…
Juez: Una pregunta simple doctor. ¿Le pasó por la mente?
Testigo: ¿Si me pasó por la mente que el feto estaba sintiendo dolor?
Juez: Si.
Testigo: No
Juez: Nunca le pasó por la mente.
Testigo: No
Ha llegado la hora de que esta cuestión pase por la mente de cada estadounidense. Exija a sus representantes y senadores que apoyen la Ley de Reconocimiento del Dolor del Niño por Nacer (Unborn Child Pain Awareness Act - H.R. 256, S.51)