Señor Jesucristo,
Tú que has conquistado el poder de la muerte
Y abierto a la humanidad
La esperanza de la vida eterna en cuerpo y alma
Tú que le otorgaste a tu Madre
El compartir la gloria celestial,
Y no permitiste corrupción de su cuerpo.
Al regocijarnos en la Asunción de María,
Otórganos nuevamente la confianza de la victoria de la vida sobre la muerte,
Y un renovado respeto al cuerpo humano.
En honor a María, Asunta a los Cielos,
Proclamamos nuestra esperanza en tu Palabra:
La cual dice que Tú deseas que todas la vidas humanas sean sentadas en Tú trono.
Qué sea dicha esperanza la que nos fortalezca para proteger todas la vidas que habitan la mundo.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén