María, Madre de Jesús,
estuviste cerca de la cruz de tu Hijo
mientras el de Su propia voluntad murió
por la salvación del mundo.
Por Su muerte El destruyo nuestra muerte
y la muerte de toda criatura sin nacer.
Tú eres nuestra Señora de los Dolores,
y tu Hijo es el Hombre de Dolores,
por cuyas heridas somos sanados.
María, recibe nuestro dolor hoy.
Nuestros corazones están rotos
por la matanza de niños en el vientre.
Nuestros corazones están afligidos con las mamas, padres, familias y amigos
de todos los niños que han sido abortados.
Toma nuestro dolor, júntalo con el tuyo
y con el sufrimiento de tu Hijo, y transfórmalo en gozo.
Madre de Dolores,
se te aviso que tu Corazón
seria traspasado por una espada.
Tú y José tuvieron que huir a Egipto para salvar a Jesús.
Buscaron con angustia a Jesús
cuando se perdió por tres días.
Lo encontraste cargando Su cruz
estuviste a Su lado mientras murió
y lo tuviste en tus brazos antes que lo fueran puesto en la tumba
Consuela los corazones de todos los que han
perdido una criatura al aborto.
Consuela los corazones de todos los que han sido
perseguidos por defender al no-nacido.
Consuélanos a todos nosotros con la esperanza
de que algún día pronto la pesadilla del aborto se acabe
Y que podamos vivir en una cultura de vida.
María, Madre de Dolores, y consoladora de los afligidos, ruega por nosotros. Amen.