"Líbranos, Señor, de todo mal, y danos la paz en nuestros días. En tu misericordia, mantennos libres de todo pecado y protégenos de toda ansiedad, mientras esperamos con gozo la venida de Nuestro Salvador Jesucristo" Señor, al enfrentar las amenazas de nuestros enemigos, nos tornamos hacia Ti para que nos salves. Tú eres Todopoderoso, O Señor, y Tu puedes salvarnos de todos los planes malévolos de la gente malvada.
Como tu pueblo, O Señor, no tememos enfrentar la verdad de las amenazas que nos rodean. Sabemos que existen, y no podemos encontrar la paz pretendiendo que no existen.
Sin embargo, Tu pueblo, puede ver una verdad más grande. Vemos la verdad de que solo Tu eres Dios, y que toda la tierra está en Tus manos. El viento, el mar, y los surcos de cada corazón humano, están bajo tu control Soberano. Tu nos permites, O Dios, vivir en la sobra de la muerte, pero también nos permites saber que has vencido a la muerte con la Resurrección de tu Hijo. Tu nos permites, O Dios, experimentar la ansiedad, pero también nos permites saber que la paz sobrepasa toda lógica, la cual el mundo no puede dar y que nadie nos la puede quitar.
Tu nos permites, O Dios, ser probados, pero también nos permites triunfar. Solo Tu eres Dios. Solo en Ti, somos los suficientemente intrépidos para decirle a los que nos odian: "No tememos a los que conspiran en nuestra contra. Somos Americanos, y somos Cristianos. Hemos pasado por el fuego anteriormente. La bandera todavía vuela alto y la Cruz permanece en pie. Seguros bajo la sobra de ambas, no temeremos ni nos distraeremos. Le serviremos a Dios, viviremos nuestras vidas, amaremos a nuestro país—y mucho después de que ustedes y sus planes terroristas pasen y sean olvidados, continuaremos celebrando nuestra libertad y proclamando el Glorioso nombre de Nuestro Salvador" Amen