Señor Jesucristo, te damos gracias porque cuando María, tu Madre, dijo "sí" en la Anunciación, tu tomaste nuestra naturaleza humana en ti mismo. Compartiste nuestra vida y nuestra muerte, nuestra infancia y adultez.
También compartiste nuestro tiempo en el vientre. Siendo Dios, adorado por los ángeles, siendo Todopoderoso y llenando cada parte del universo, Tú habitaste por nueve meses en el vientre de María. Fuiste nuestro Redentor en el vientre, nuestro Dios, que era un niño no nacido.
Señor Jesús, te pedimos que bendigas y protejas a los niños que hoy están en el vientre de sus madres. Sálvalos del peligro del aborto.
Dale a sus madres la fuerza, para que como María, te digan "Sí." Dales la gracia de sacrificarse en cuerpo y alma, por sus hijos.
Ayuda a todas las personas a reconocer en el niño no nacido a un hermano, una hermana, salvado por ti, nuestro Redentor en el vientre, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.