“Baby Joseph” Regresa a Casa

 
Fr. Frank Pavone
National Director, Priests for Life
May 23, 2011


Temprano en la mañana del Jueves Santo del 2011, mientras las Iglesias se preparaban - y en algunas partes del mundo ya celebraban—la Misa de la Cena del Señor y el lavatorio de pies, “Baby Joseph” (el bebe José) voló de regreso a casa desde San Luis, Missouri a Winsdor, Canadá.  “Baby Joseph” como se le conocía en los medios de comunicación, estuvo en tratamiento en San Luis desde que yo lo traje allí a mediados de Marzo.  Mientras la Iglesia se preparaba para celebrar el día cuando el Señor nos dió el mandamiento de “amarnos unos a otros.”  Los padres de “Baby Joseph” y su hermano mayor estaban disfrutando el fruto de una larga lucha inspirada por su amor.  Ellos lucharon para ayudar a su bebe a respirar y poder llevarlo a casa.  El cuerpo médico y las autoridades del gobierno Canadiense se resistían, tratando de imponer sus juicios de valor sobre la vida de “Baby Joseph.”


Ahora, sin embargo, el estaba de regreso en casa, y la Familia de Sacerdotes Por La Vida, incluyendo decenas de miles de personas que enviaron correos electrónicos al gobierno Canadiense, se deleitaban de haber podido ayudar.


Nuestra misión de salvar a “Baby Joseph” y ayudar a su familia nunca estuvo basada en una predicción para el futuro, sino en el valor intrínseco de la vida en el aquí y el ahora.  Quienes nos criticaban, por otra parte, mirando en la bola de cristal que tienen quienes avocan por el ‘derecho a morir’ siempre creen tener, decían que nuestra intervención era fútil porque Joseph terminaría teniendo una maquina que respirara por él por el resto de sus días.  


Nosotros no tenemos una respuesta para esa crítica: Joseph está haciéndolo por nosotros, cada vez que respira.  El se beneficio con la traqueotomía que le realizaron, y esta respirando por si mismo y no tiene ninguna necesidad de tubos o maquinas para hacerlo.


Los doctores no han dado un estimado de cuánto tiempo creen ellos que vivirá.  Nadie lo sabe.  Lo que sabemos es que hay varias lecciones importantes que podemos obtener de esta historia:


a) Los doctores no siempre saben que es lo mejor. Día a día, hay situaciones que salen mejor de lo que los doctores preveían.  El deseo del paciente y de la familia que busca ayuda debe ser honrado.


b) Las familias necesitan luchar para cuidar de sus seres queridos.  Eso fue lo que hicieron Moe Maraachli y su esposa Sana.  Ellos no permitieron que la muerte de otro hijo previamente les llevara a la desesperación con respecto a este.  Por el contrario, lucharon fuertemente por Joseph para obtener los cuidados que actualmente está recibiendo para ayudarlo.  Su amor me acuerda del amor que los padres y hermanos de Terri Schiavo derramaban sobre ella, un amor dispuesto a perseverar a pesar de estar en la mira y la presión social que ellos nunca buscaron. 


c) El significado y el valor de la vida no proviene de los tribunales médicos ni de las cortes de justicia, tampoco puede medirse en años, meses, o días.  Es medido en el dar y recibir amor, primero de Dios y después de unos con otros.


d) Cuando las personas se unen en pos de la causa de la vida, se ganan victorias.  Muchas personas enviaron correos electrónicos, oraron, y están ayudando a pagar por el cuidado de “Baby Joseph” (puede encontrar información en inglés en  BabyJosephCentral.com).  Nosotros necesitamos estar involucrados en la causa pro-vida, porque aun quedan muchas otras victorias por ganar.


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