“El Papa Juan Pablo II explicó la importancia de ser fieles a las enseñanzas fundamentales de la Iglesia: Por encima de todo, la protesta común, la cual es justamente hecha a favor de los derechos humanos – por ejemplo, el derecho a la salud, a la vivienda, al trabajo, a la familia, a la cultura – es falso e ilusorio si el derecho a la vida, el derecho más básico y fundamental y la condición para todos los otros derechos personales, no es defendida con determinación máxima. (Christifideles Laici, no. 38)”
Estas palabras vienen del párrafo 26 del documento Formando Conciencias para Ciudadanos Fieles: Un Llamado a la Responsabilidad Política por parte de los Obispos Católicos de los Estados Unidos. Cada cuatro años, justo antes del año de las Elecciones Presidenciales, la conferencia de los obispos emite una declaración sobre la responsabilidad política. Los obispos recientemente re-emitieron el mismo documento por el que votaron hace cuatro años, acompañado por una nueva nota introductoria.
Lo que sigue, son otras dos citas encontradas en el documento:
“La directa e intencional destrucción de la inocente vida humana desde el momento de su concepción hasta la muerte natural es siempre malo y no es nada más un asunto entre tantos (n. 28)."
“En nuestra nación, el ‘aborto y la eutanasia se han convertido en amenazas preeminentes a la dignidad humana porque directamente atacan la vida en sí misma, el bien mayor fundamental y la condición para todos los otros. (Viviendo el Evangelio de la Vida, no. 5) (n.22).”
Ahora algunas personas dirán, “Sí, pero esto es sólo una parte de lo que dice el documento.” Por supuesto que lo es. Y muchos comentarán sobre otras secciones. Por mi parte, yo llevo adelante el ministerio profético de llamar al Pueblo de Dios a dar prioridad y urgente atención a poner fin a la matanza de niños mediante el aborto. Y nada, en las enseñanzas de la Iglesia, contradice esta prioridad, o ninguna de las citas anteriores.
Nosotros en Sacerdotes por la Vida hacemos eco al llamado de los obispos hacia una consistente ética de vida, propiamente entendida, la cual empieza con la proclamación de que la vida es sagrada y que el derecho a la vida nunca le puede ser negado a una persona, sea nacida o no. Esta ética continúa clamando por el esfuerzo de los oficiales públicos y de los ciudadanos para preservar otros derechos fundamentales y para realzar la calidad de vida en las arenas de la educación, la salud, la seguridad, y muchas más.
Los obispos mas adelante señalan que al nosotros participar en los partidos políticos, también estamos llamados a cambiarlos donde y cuando sus posiciones no correspondan a las demandas de la justicia y del bien común. En particular, nosotros en Sacerdotes por la Vida hacemos un llamado al Partido Demócrata a abandonar su postura pro-Aborcionista, reconociendo que tal postura pone en peligro y reduce cualquier progreso que pueda ser hecho en otros asuntos.
La declaración anima a los católicos a usar el material educacional que se envía a los votantes elaborado por sus diócesis, y también por nosotros. Desafortunadamente, muchas diócesis no producen ninguna guía para el votante o materiales relacionados con las elecciones. Sacerdotes por la Vida anima a esas diócesis a que lo hagan. Los fieles, por supuesto, son siempre libres de producir y usar otro material relacionado con las elecciones. Esto es consistente con el llamado de la declaración a ser activos en el proceso político y en los propios partidos políticos.