Una de las canciones de Navidad que escuchará en la radio durante estos días se llama "Grown-up Christmas List" (Lista Navideña de Adultos). Habla del hecho que la edad no nos hace dejar de soñar, y a medida que la vida avanza, nuestros deseos en Navidad no son para nosotros mismos, "sino por un mundo necesitado". La lista comienza: "no más vidas quebrantadas, que las guerras nunca comiencen… que lo correcto gane siempre".
¿Nos animamos a esperar estas cosas, simplemente porque el calendario dice que se acerca el 25 de diciembre ?
En efecto, la pregunta para un cristiano es : "¿Cómo no podemos esperar estas cosas?". Después de todo, las listas navideñas son producto de la esperanza navideña, y la esperanza navideña se basa en un hecho histórico : Dios ya nos ha dado todo en su Hijo. San Pablo pregunta: "El que no perdonó ni a su propio Hijo, antes bien le entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará con él graciosamente todas las cosas". (Rom. 8:32)
Esperamos cosas buenas en la vida, y nos rodean cosas buenas. Pero la mejor de todas ellas no nos satisface completamente. Las mejores relaciones dejan algo que desear, y las mejores vacaciones siempre terminan y nos dejan esperando la próxima. Esto es así porque cada cosa buena es un reflejo del bien mismo.
En el nacimiento de Cristo, encontramos esa bondad infinita y total. "Porque en él reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente". (Col. 2 :9) "El Hijo es replandor de su gloria e impronta de su sustancia". (Heb. 1:3) En el nacimiento de Jesucristo, Dios todopoderoso ha dado a la familia humana su última y mejor oferta de esperanza.
La maravilla de la Navidad, de hecho, es que la venida prometida del Mesías del Señor se cumplió de una manera sorprendente que sobrepasó la esperanza y los sueños del antiguo pueblo. En la primera noche de Navidad, los ángeles anunciaron el nacimiento de Cristo a los pastores. Pero en vez de decir que Jesús era el Mesías del Señor, dijero que El es "Mesías y Señor" (Lk 2 :11). En otras palabras, sencillamente Dios no mandó a alguien que lo representara. Vino El mismo!
La Navidad no es el nacimiento de un niño que se convirtió en un gran hombre. Se trata de Dios que creó a la familia humana, y luego decidió convertirse en un miembro de esa familia, uniéndonos a todos a El. Une a su divinidad a todos aquellos que comparten la naturaleza humana: débiles y fuertes, grandes y pequeños, nacidos y por nacer. La Navidad es universal, y se trata de la exhaltación de la persona humana.
Por eso nuestra "lista de Navidad de adultos" puede decir, "no más vidas quebrantadas", sea por el aborto o por cualquier otra cosa. Las listas navideñas surgen de la esperanza navideña, y ¡la Navidad es el triunfo de la vida!