Semana XXVI del Tiempo Ordinario - Ciclo B

Celebrante: Con corazones sinceros, le presentamos a nuestro Padre Celestial nuestras necesidades y peticiones.

Diácono/Lector:

Para que la oración de adoración y alabanza de la Iglesia inspire a sus miembros a vivir vidas de fe cada vez mas profunda, Roguemos al Señor.

Por el Papa, los obispos, sacerdotes y religiosos para que sean animados por el Espíritu Santo al enseñarle a todo el mundo la Buena Nueva de los Evangelios, Roguemos al Señor.

Para que Cristianos en todas partes abracen el llamado de buscar una justicia más grande en nuestro mundo, donde la vida, la dignidad y los derechos de los no nacidos sean respetados y defendidos, Roguemos al Señor.

Por los abogados, jueces, y todos los que trabajan en las entidades judiciales, para que crezcan en sabiduría y en su compromiso a la justicia, forjados por la misericordia, Roguemos al Señor.

Por todos los que han fallecido creyendo en Cristo para que puedan disfrutar de la Gloria del Reino Celestial, Roguemos al Señor.

Celebrante:

Dios de misericordia, Tu conoces nuestras necesidades
y nos sostienes en Tu servicio. Te agradecemos por 
tu amor fiel por Cristo nuestro Señor. Amén.

Sobre el Voto…

“En una sociedad democrática los ciudadanos escogen a quiénes dan la autoridad para el bien común. La elección de una persona en vez de otra para una oficina publica afecta a muchas vidas significativamente, especialmente la vida de las personas más vulnerables en la sociedad, tales como los niños en el vientre y aquellos que tienen enfermedades incurables. Es por esto que los ciudadanos católicos tienen una seria obligación moral de ejercer el voto, tanto en las elecciones nacionales, estatales o locales” (Obispos de Kansas, Principios Morales para los Votantes Católicos, Agosto 15, 2006).

Nm 11:25-29
Sal 5:1-6
Mc 9:38-43, 45, 47-48

Ver un video con consejos para la homilía: https://youtu.be/xzIxwdI-vP0

La Palabra de Dios nos llama a tener una actitud "no territorial" . La primera Lectura de hoy y el pasaje evangélico de los dos ponen de manifiesto que si el Señor nos ha dado una misión, debemos alegrarnos cuando nos encontramos con otros que están haciendo la misma misión, en lugar de tener una "guerra territorial" con ellos. Esto se aplica a los ministerios de toda la Iglesia, y en referencia a la misión pro-vida, el Papa St Juan Pablo II se dirigió a este punto en "El Evangelio de la Vida", cuando declaró: "Ninguna persona o grupo tiene el monopolio de la defensa y promoción de vida. Estos son tarea y responsabilidad de todos. En vísperas del tercer milenio, el reto al que nos enfrentamos es duro: Sólo los esfuerzos concertados de todos los que creen en el valor de la vida podrá evitar una derrota de consecuencias imprevisibles para la civilización "(n. 91).

En lo que se refiere a la misión Pro-vida, ademas,y la segunda parte del pasaje evangélico de hoy representa una de las razones por las que llamamos a la gente a un gran sacrificio para proteger y preservar la vida, ya sea de los no nacidos, los enfermos terminales y personas con discapacidad, o cualquier otra persona. Tomar directamente la vida de otra persona inocente es cometer un tipo de ofensa contra Dios el Senor que nos manda a evitar a toda costa. En el caso del aborto, tal vez no sea la mano o el ojo que lleva al pecado, sino más bien a los amigos u otras relaciones. Lo que temen perder las jovenes embarazadas si deciden escoger vida por su hijo no nacido, es usualmente mucho menos de lo que imaginan perder. Pero cualquiera que sea el costo, cuando se enfrentan a un sacrificio o sacrificar otro, el Señor nos dice claramente el camino correcto.