Solemnidad de todos los Santos
English Version
Intercesiones Generales:
[Spanish
PDF]
|
|
Celebrante: Los santos tenían la absoluta confianza de que el poder de Dios iba a atender todas sus necesidades. Tengamos nosotros esa misma confianza al presentar ahora nuestras necesidades ante Su trono. Diácono/Lector: Para que unidos a todos los santos, la Iglesia en la tierra, sea una novia fiel y una servidora de su Señor Jesucristo, brindando un fiel testimonio de su Evangelio, roguemos al Señor… Para que siguiendo el ejemplo de los santos, los líderes espirituales de la Iglesia busquen el reino de Dios por sobre todas las cosas, y sean testigos inspiradores de una vida santa, roguemos al Señor… Para que al buscar la sabiduría de los santos, los líderes de los gobiernos puedan poner a un lado sus propios intereses y hagan cualquier sacrificio que sea necesario para servir a aquellos que los eligieron, roguemos al Señor… Para que confiados en la oración de los santos, nosotros trabajemos por justicia para todos los pobres, los oprimidos, y los no nacidos, a quienes los derechos básicos les son negados, roguemos al Señor… Para que al aprender de los sufrimientos de los santos, todos los que están enfermos aumenten su confianza en el Dios que nos da consuelo en nuestras pruebas, roguemos al Señor… Para que al anhelar estar con los santos, aquellos que han muerto puedan reunirse en el reino celestial, roguemos al Señor… Celebrante: Dios de santidad, te damos las gracias por el ejemplo de los santos. Que sus enseñanzas nos hagan siempre fieles a ti, en tiempos de prosperidad y en tiempos de necesidad. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. Amén
|
Adiciones para el boletín: |
|
Construyendo la Cultura de la Vida El Obispo Michael W. Warfel de la Diócesis de Juneau, Alaska dijo esto sobre cultivar una cultura de vida: “La tolerancia y la promoción del aborto, social y legalmente, ha nublado las consciencias individuales y a hecho difícil a muchos distinguir entre lo bueno y lo malo, aun cuando lo que está en juego es el derecho fundamental a la vida. Si rechazamos el valor y la dignidad de la vida humana, nuestra cultura se basa más y más en una mentira y sus estructuras no se pueden soportar. ¿Pero cómo ayudamos a los demás a que entiendan esto? ¡Transformando nuestra cultura en una cultura que defienda y respete la vida humana! Además de apoyar leyes que protejan la inocente vida humana, es necesario hablar de la verdad más profunda detrás de esas leyes: que la vida humana es sagrada; que Dios es su autor; que nosotros no somos dueños de nuestras propias vidas.”
|
Puntos sugeridos para la homilía dominical: |
|
Ap. 7:2-4, 9-14
1 Jn 3: 1-3
Mt 5: 1-12a
Uno podría decir que ésta, es una Festividad de Perspectiva, de renovar nuestro enfoque sobre lo que realmente importa, y de darnos cuenta que nuestra humana forma de pensar no es la de Dios. La perspectiva escatológica que brinda el libro del Apocalipsis en la primera lectura, las palabras de San Juan en la segunda lectura mostrándonos la esencia de la santidad, y la lección de las bienaventuranzas que continúa recordándonos cuánto solemos tergiversar las cosas o sacarlas de su lugar; contribuyen todas a ésta perspectiva. Y no sólo es un asunto sobre cómo vemos las cosas, sino dónde está nuestra pasión, como lo aclara el Salmo. Somos el pueblo que anhela ver el rostro de Dios. Esa es la fuerza conducente detrás de nuestra adoración, nuestras actividades cotidianas, y la manera en la cual abordamos y lidiamos con nuestras diarias pruebas. Cuando tenemos la perspectiva de los santos, podemos ver por qué las personas son más importantes que las cosas, y por qué las personas más abandonadas, que en nuestra sociedad son los no-nacidos—son de hecho, quienes más merecen nuestra atención y nuestro servicio. Los santos vivieron las bienaventuranzas, primero que todo lamentando y llorando los males en ellos mismos y en el mundo. ¿Hemos acaso llorado por los oprimidos? ¿Hemos derramado lágrimas por los no-nacidos? ¿Hemos, a ejemplo de los santos, permitido que nuestros corazones se abran, para que Dios pueda derramar sobre ellos la compasión y amor necesarios para ser capaces de salir al encuentro del prójimo y sus necesidades? Los santos, habiendo hecho esto, tenían sed de santidad (para ellos mismos) y de justicia (para los demás). Ellos hicieron justamente lo que la Iglesia hace hoy, cuando habla en favor los desamparados. No se trata de una simple agenda política. Más bien, es parte de nuestro deseo y anhelo de ver el rostro de Dios. Vemos entonces su dulce rostro en los pobres, los oprimidos, los olvidados, los no-nacidos—y dado que vemos su rostro allí, servimos a nuestro prójimo y le proclamamos a los demás, que Dios está allí. Y Cuando vivimos una vida de fidelidad en hacer tales cosas, terminaremos por ver a Dios cara a cara, por toda la eternidad. AMEN.
|
|