Solemnidad de María, Madre de Dios
- Ciclo C
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Intercesiones Generales:
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Celebrante: Al comenzar el Nuevo Año, presentémosle con confianza nuestras oraciones y necesidades a nuestro Padre Celestial. Diácono / Lector: Para que la Iglesia proclame al mundo la Divinidad de Cristo y la participación especial de nuestra Bendita Madre, roguemos al Señor … Para que los líderes de la Iglesia sean fortalecidos por la gracia de Dios al enfrentar los retos del Nuevo Año, roguemos al Señor … Para que los líderes de las naciones busquen ecuanimidad y paz para toda la gente al aprobar leyes justas, roguemos al Señor … Para que las oraciones de la Madre de Dios fortalezcan a todas las madres para que sigan su ejemplo de acoger la vida nueva a pesar de los miedos, las dudas y las incertidumbres, roguemos al Señor... Para que los abandonados y los olvidados se alienten por nuestras oraciones y nuestro cuidado por ellos, roguemos al Señor … Por todos los que han fallecido en fe, para que moren en el abundante amor de Cristo por toda la eternidad, roguemos al Señor … Celebrante:
Padre, al comenzar este Nuevo Año,
abre nuestros corazones y nuestras mentes
a las muchas bendiciones que ofreces y danos
gozo al seguir los pasos de tu Hijo Jesucristo
quien es El Señor por los siglos de los siglos. Amen.
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Adiciones para el boletín: |
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¡Feliz Año Nuevo!
El inicio de un nuevo año nos trae especial gozo y esperanza. Es un recordatorio de que el tiempo es un regalo de Dios, que nos lo da desde Su eternidad, para que nos preparemos para la eternidad. El pasar de cada año y de cada día debe ser un intercambio con Dios: Él nos da el tiempo, y nosotros le regresamos nuestros días y nuestros años en servicio y amor, haciendo el mayor bien posible en el mundo y en la vida de los demás. El Año Nuevo es una oportunidad para hacer el propósito, por sobre todas las cosas, de servir a Dios con fidelidad: creyendo más firmemente, esperando más ardientemente, amando más generosamente. Esto es lo que hace a un Año Nuevo “feliz,” y eso es lo que nos lleva a la felicidad que nunca termina.
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Puntos sugeridos para la homilía dominical: |
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Nm 6:22-27
Gal 4:4-7
Lc 2:16-21 Ve este vídeo con ideas para homilías pero vida: https://youtu.be/jJ7ldkMNBNg El año comienza con reflexiones sobre el mayor título de María, "Madre de Dios", y cómo la maternidad nos da ánimo y esperanza para empezar de nuevo. La vida y la esperanza están íntimamente relacionadas. Cuanto más esperemos, más dispuestos estaremos a acoger la vida. El aborto no es sólo un pecado contra la vida, sino un pecado contra la esperanza. Algunos se preguntan cómo pueden "traer un niño a este mundo", siendo el mundo un lugar tan malo y peligroso, es mejor no nacer. Cristo y María, encabezan el camino para cada madre y cada niño, para cada familia, a medida que avanzamos de un Año Nuevo a otro. El Evangelio nos dice que en la primera Navidad, cuando los pastores llegaron a Belén y vieron al bebé en el pesebre, entendieron lo que les habían dicho los ángeles. ¿Por qué fue en ese momento que entendieron el mensaje? Quizás porque un bebé es bien accesible. Después de todo, los ángeles habían anunciado que el Salvador había nacido para todos las personas. Nadie, no importa cuán pobre o humilde sea, debe tener miedo de acercarse a él. ¿Y cómo puede Dios ser más accesible que haciéndose un bebito? Dios sigue revelándose en los bebitos pequeñitos aun en el vientre materno. Él nos invita a que lo veamos y a que lo amemos en ellos. Sin embargo, algunos siguen teniendo miedo a estos bebés, tanto miedo que se desesperan y se sienten tentados a matarlos. Que la venida de nuestro Dios como un niño pequeño inspire un profundo respeto y protección por los no nacidos.
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