Asunción de la Virgen María

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Intercesiones Generales: [Spanish PDF]
 

Celebrante: Bendita es ella quien confió en las promesas del Señor. Así como María,
confiemos que El escuchará nuestras peticiones.

Diácono/Lector:

Para que la Iglesia, como la Virgen María, traiga a Cristo al mundo con gozo, y esté unida por siempre a El, roguemos al Señor...

Para que la Asunción de María recuerde a los líderes gubernamentales la dignidad suprema de cada vida humana, llamada a las Alturas de la Gloria Celestial, roguemos al Señor...

Por todas las madres, para que encuentren en María el ejemplo y la fuerza para llevar a cabo su vocación, roguemos al Señor …

Para que los enfermos reciban fuerza, consuelo, y sanación al ir a María, quien intercede por nosotros desde el Cielo, roguemos al Señor...

Para que todos los que sufren por la muerte de un ser querido reciban fuerza y consuelo en esta Fiesta de la Asunción y encuentren esperanza renovada en la promesa de la resurrección, roguemos al Señor...

Celebrante:
Padre,
al llevar a María en cuerpo y alma
a la Gloria Celestial,
Nos has dado una nueva esperanza.
Haz que nunca dudemos
que Tu escuchas y respondes a nuestras súplicas,
por Cristo nuestro Señor. Amén.

Adiciones para el boletín:
 

Papa Benedicto sobre la conciencia

Como dice el Catecismo de la Iglesia católica, "la conciencia moral es un juicio de la razón por el que la persona humana reconoce la calidad moral de un acto concreto que piensa hacer, está haciendo o ha hecho. En todo lo que dice y hace, el hombre está obligado a seguir fielmente lo que sabe que es justo y recto" (n. 1778).

Esta definición pone de manifiesto que la conciencia moral, para poder guiar rectamente la conducta humana, ante todo debe basarse en el sólido fundamento de la verdad, es decir, debe estar iluminada para reconocer el verdadero valor de las acciones y la consistencia de los criterios de valoración, de forma que sepa distinguir el bien del mal, incluso donde el ambiente social, el pluralismo cultural y los intereses superpuestos no ayuden a ello. (DISCURSO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI A LOS PARTICIPANTES EN AL ASAMBLEA GENERAL DE LA ACADEMIA PONTIFICIA PARA LA VIDA - Sábado 24 de febrero de 2007)

Puntos sugeridos para la homilía dominical:
 

Vigil
1Chr 15: 3-4, 15, 16; 16: 1-2
I Cor 15: 54-57
Luke 11: 27-28

Day
Rv 11: 19; 12: 1-6, 10
1 Cor 15: 20-26
Lk 1: 39-56

Junto con la Pascua y la Ascensión, la fiesta de hoy, es una oportunidad perfecta para predicar sobre la verdad cristiana sobre la victoria de la Vida sobre la muerte. Cristo es vida, y El comparte su victoria sobre la muerte con los miembros de su Cuerpo, La Iglesia.  Es por ello que Maria, quien estuvo y está más cerca de El que cualquiera, es la primera en participar junto a Él,  en Cuerpo y Alma, de esta victoria. 

La verdad sobre su Asunción corporal, nos recuerda igualmente que los seres humanos no son espíritus incorpóreos, sino más bien una unidad de cuerpo y de alma.  Esta es una verdad crucialmente importante de enfatizar, dado que la cultura de la muerte, se apoya tan a menudo en un "dualismo" que afirma que es solo el espíritu (buenas intenciones, amor, etc) el que realmente importa, y que lo que hacemos con nuestros cuerpos tiene poca o ninguna consecuencia, - sea que se refiera a relaciones sexuales, o bien la destrucción misma del cuerpo a través del aborto o la eutanasia.   Al contrario, la verdad es que el cuerpo es un aspecto tan esencial de la persona como su alma.  Atacar el cuerpo es atacar a la persona entera.

Finalmente, la Asunción nos recuerda que, en el plan de Dios para la vida, la madre y el hijo van siempre juntos.  El movimiento Pro-Vida apoya tanto a la madre como al hijo, y se pregunta, "Por qué no podemos amarlos a ambos?"  Al traer a la Virgen Maria a participar de la gloria corporal junto a Él,  Jesús demuestra que no existe un vínculo mayor que el de una madre con su hijo. 



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